domingo, febrero 11, 2007

Incompetentes al poder

La política aragonesa es una llamativa excepción al conocido Principio de Peter, pues aquí los incompetentes, una vez acreditada su incompetencia, todavía pueden seguir ascendiendo.


En las últimas horas hemos conocido los casos verdaderamente significativos de dos políticos aragoneses respaldados públicamente por sus partidos respectivos a pesar de haber acreditado su clamorosa incompetencia en esta última legislatura. Ambos han sido, son todavía, Consejeros del Gobierno de Aragón. Es difícil establecer quien de los dos lo ha hecho peor, incluso si nos remontamos y tomamos como referencia toda la historia de la autonomía aragonesa. Me refiero a Alfredo Boné, del PAR, actual consejero de Medio Ambiente, y Eva Almunia, del PSOE, consejera de Educación, Cultura y Deporte.

En el congreso que ha celebrado el PAR en estos dos últimos fines de semana, Alfredo Boné ha sido investido como Secretario General del PAR y número dos, tras Biel. Igualmente será el segundo candidato de la lista autonómica de este partido por Zaragoza.

Boné acumula en su gestión reciente algunos de los atentados más graves que sufrido el medio ambiente y el paisaje aragonés. La
ampliación de Formigal es el caso más sangrante. Presentado el estudio de impacto ambiental por él, como consejero delegado de Aramón, fue aprobado pocos meses más tarde por él mismo ya como Consejero en una de las tramitaciones más rápidas que se recuerdan. Más rápidas y, con toda evidencia, más chapuceras, puesto que a poco de comenzar las obras de ampliación de la estación de esquí, las laderas contiguas comenzaron a deslizarse. Los vertidos de residuos cárnicos al Cinca que han permanecido cinco meses sin retirar es otra de sus hazañas. Como la política de contratación de la empresa pública SODEMASA o el rechazo a la Iniciativa Legislativa Popular para la protección de la alta montaña aragonesa. Ha sido, y es, un Consejero de Medio Ambiente con mentalidad de promotor inmobiliario.

Es conocido su gusto por los coches -oficiales, por supuesto- siendo el único consejero que tiene dos: una clásica berlina y un todoterreno, ambos, por supuesto, de lujo. Ahora deja pendiente -y literalmente pendiendo- la amenaza del canon del agua para los zaragozanos, otro impuesto indirecto con el que se pretende que sea la capital la que financie las depuradoras de aguas residuales de todo Aragón, a pesar de que Zaragoza ya construyó y sigue pagando su propia depuradora desde hace años. Su acreditado sectarismo le ha llevado a eximir de la evaluación de impacto ambiental la construcción de inmensos polígonos industriales, promovidos en Ayuntamientos controlados por su partido, en zonas esteparias de especial protección para las aves, a pesar de los importantes desmontes y movimientos de tierras, mientras exige esa evaluación para la construcción de un camping en Zaragoza, en zona urbana, porque esa responsabilidad la gestiona la CHA en la capital aragonesa.

Tiene una acreditada fama de hombre autoritario y de modales bruscos, con pocas convicciones democráticas. Por allí por donde pasa deja un rastro de descontentos y agravios. Es conocido entre los funcionarios como Atila, que por donde pisaba no volvía a nacer la hierba.

La consejera Almunia ha acreditado también su incompetencia en todo aquello que ha gestionado. Maestra de profesión no se distingue ni por su nivel académico ni por su cultura. Son conocidos los retrasos de la remodelación del
teatro Fleta, paralizado, tras su práctica demolición, a pesar de tratarse de un edificio catalogado y de que el Gobierno de Aragón lo compró precisamente para salvarlo de la piqueta. El caso del llamado Espacio Goya es un ejemplo paradigmático de incompetencia, al convocarse un concurso de ideas para actuar sobre dos edificios catalogados y especialmente protegidos, el Museo Provincial y la escuela de Bellas Artes de Zaragoza, en los que están expresamente prohibidas actuaciones como las que se proponían, juzgaban y premiaban. Han sido famosos sus desencuentros con docentes y padres, laminando la autoridad del profesorado frente a los alumnos. Sus gestiones, por último, con su homóloga catalana, sobre la gestión compartida de los bienes aragoneses secuestrados en Cataluña originó en su momento un sonado escándalo.

Eva Almunia, como premio a su incompetencia acaba de ser
refrendada como número uno de las listas autonómicas del PSOE por la provincia de Huesca.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Los políticos en Aragón tienen que ser, en general y por evidentes razones de estado, más tontos que el Presidente.Así Eva, que es un encanto de critatura pero bastante cortita, Coscu, que seguramente no ha tocado un euro que no sea suyo pero ha conseguido que lo parezca muchísimo y algunos senadores(as) y diputados(as) que parecen sacados de un concurso de memos.

Anónimo dijo...

Si el criterio es ése, que sean más tontos que el Presidente, lo tenemos claro.

Anónimo dijo...

Ustedes aseguran que Eva Almunia es maestra de profesiòn pero yo no se que haya trabajado como tal, estudio la carrera pero ¿cuándo ha ejercido?. Su profesión es politica.


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