sábado, junio 09, 2007

La renovación del PP aragonés (IV)

Mucho más sutil, Carlos Queralt, prestigioso cirujano aragonés, que fue diputado autonómico por el Partido Popular lanza una crítica velada, pero suficientemente explícita, creo.

“¿Todos pierden?, por Carlos Queralt Solari, en el Heraldo de Aragón del día 8 de junio de 2007.

Es sorprendente (en realidad no debería serIo, ya que elección tras elección sucede lo mismo) cómo el análisis de los resultados siem­pre es el mismo, independiente­mente de qué partido sea el que efectúa el su­yo propio. De un modo u otro, amparándose en uno u otro dato, todos ganan las eleccio­nes.

Admitiendo sin embargo el indiscutible éxito del Partido Socialista en .Aragón, tengo para mí que la realidad no es como nos la pin­tan. Mientras los partidos arrastren vicios que en mi opinión son todavía endémicos en Ara­gón todos pierden... o, mejor dicho, todos per­demos. Perdemos cuando más de un tercio del electorado da la espalda a la clase política con su abstención. Perdemos cuando muchas lis­tas electorales son resultado de amiguismos y afines y no se busca al candidato "cuasi idó­neo" que sirva a los intereses de Aragón (o de Huesca, Teruel o Zaragoza) y no del partido o, lo que es peor, de los suyos propios. Per­demos cuando las disputas internas de las for­maciones políticas no permiten olvidar pasa­das diferencias y el futuro se presenta tras una cortina opaca, impidiendo a personas válidas participar en el objetivo común. Perdemos cuando del cargo político dependen la sub­sistencia y el pan. Perdemos cuando son im­pensables Gobiernos en minoría que exigen grandeza de miras en la lista más votada y una absoluta lealtad de pacto por parte de la lista opositora. Perdemos cuando los programas electorales no están adaptados para satisfa­cer las necesidades reales de los ciudadanos. Perdemos cuando, tras la victoria o la derro­ta, no se buscan de inmediato oportunidades para una mejor gestión o gobierno por los ga­nadores y un esfuerzo constante para ejercer una leal y continua labor de oposición por los perdedores, cuando no se analizan en pro­fundidad los aciertos y errores y se toman medidas de cambio en el equipo y en los pro­gramas. Perdemos cuando "lo blanco" de unos implica sistemáticamente "lo negro" pa­ra otros.

Las ventajas e inconvenientes que acarrea el pluripartidismo de nuestra región exigen, en mi humilde opinión, tener en cuenta esas premisas, muchas resultantes de la apatía del político inmovilista que es trasmitida al elec­torado (entrando en el círculo vicioso apa­tía-abstención) o al menos meditarlas (posi­blemente haya muchas más). Mientras tan­to, en Aragón todos seguiremos perdiendo con una política a medias. Lo siento de ver­dad”.

Creo interesante resaltar algunas de sus frases porque resumen certeramente los males que urge corregir:

“Más de un tercio del electorado se abstiene”. En otro artículo que glosaré en este blog, se aprecia cómo la abstención se ha producido especialmente entre las filas populares.

“Las listas electorales son resultados de amiguismos”. No es el único en señalarlo. La carta que he glosado en mi anterior artículo hacía referencia expresa a ello.

“Se impide a personas válidas participar en el objetivo común”. Ya lo he dicho: los partidos políticos son el cauce para la participación política de los ciudadanos. Si no son eso, no son nada; o son otras cosa.

“Los programas electorales no están adaptados a satisfacer las necesidades reales de los ciudadanos”. No requiere comentarios.

“La apatía del político inmovilista que es trasmitida al elec­torado (entrando en el círculo vicioso apa­tía-abstención)”. ¿Cuántos supuestos “líderes” del PP aragonés y diputados no han dado muestras de esa “apatía” en esta última legislatura?

¿Cómo sorprenderse de que el electorado popular se abstenga?

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