domingo, julio 22, 2007

Instinto político

Reconozco que tengo la peor opinión posible de José Luis Rodríguez Zapatero. Es un tipo de personaje con el que, de haberlo conocido en mi vida privada, hubiera evitado toda relación.

Representa casi todo lo que me disgusta: esa pseudoprogresía frívola y autosuficiente, convencida de su superioridad moral y de una legitimidad que niega a los demás; ese desprecio casi aristocrático del pueblo que dice representar (un señorito de León), tan bien escenificado con el anuncio de los 2.500 euros por nacimiento, como quien arroja caramelos a los niños; y, sobre todo, su falta de palabra, esa facundia para sostener una cosa y la contraria.

He leído estos días que, en este ocaso de las ideologías, es más relevante el carácter del gobernante que el programa que nos ofrece. El juicio al hombre y a su personalidad adquiere por eso todo su sentido, y resulta casi imprescindible.
.
Pienso de Rajoy todo lo contrario que de Zapatero: es educado, moderado, sincero… Pero lamentablemente, le falta algo que a Zapatero le sobra: el instinto político. Parece que el bambi sea Rajoy y no Zapatero. Aquel ha reaccionado tarde y mal, por ejemplo, ante los reiterados fracasos de Piqué, hundiendo las expectativas del PP en Cataluña, mientras que el presidente, en unas condiciones en que todos lo supondríamos hundido, es capaz de hacer un repentino reajuste de Gobierno sacrificando unos cuantos peones para retomar la iniciativa.
.
A pesar de su supuesta experiencia, ¡cuánto tiene que aprender Rajoy de Zapatero!
.
PD: el relevo de Piqué, tan necesario (el relevo, no Piqué), se ha producido de la peor manera posible, inelegantemente, como señala Martín Ferrand, a base de pellizcos de monja, en lugar de un relevo ordenado, con agradecimiento por los servicios prestados y homenaje si hubiera sido preciso. Al final, el que se ha portado con elegancia ha sido Piqué.
.
Desconozco casi todo sobre las personas que les sustituyen, a él y a su equipo. ¿No hay rostros más conocidos y populares?

2 comentarios:

Cristóbal dijo...

Estimado Oroel:

Mi intervención en tu blog está supeditada a la disponibilidad de tiempo y a estar en desacuerdo. Lo divertido es la polémica y no la coba excesiva.
Al grano. Dices:
“Al final, el que se ha portado con elegancia ha sido Piqué”

¡No estoy de acuerdo!
1º Los ajustes que, cara a las elecciones próximas se iban a realizar en el PPC estaban pactadas. La dimisión se presenta cuando se produce una filtración a un periódico catalán más próximo a Piqué que a la ejecutiva nacional.
2º La carta de dimisión le llega a Rajoy al mismo tiempo que a la prensa.

En mi criterio el mismo crea la situación para poder irse como la doncella despechada y haciendo daño al partido. No creo que lo haya conseguido.

Respecto a los nuevos líderes te adjunto una dirección

http://www.danielsirera.blog.com.es/

Es un punto para empezar

Un abrazo. Carlos56.

Oroel dijo...

Admito, mi estimado Carlos56, que a veces escribo sin llegar al contraste exhaustivo de todas las fuentes y opiniones posibles sobre un tema, como algún otro amable lector ya me ha hecho notar, por escrito y de palabra (tanta es su cercanía y confianza) para mi sonrojo. Es cierto que algunas de las cosas que puntualizas las he sabido después de haber escrito mi intervención, por lo que no tengo más remedio que darte la razón.

No obstante, te traslado alguna otra opinión sobre el desencuentro:

http://www.abc.es/20070721/opinion-firmas/pique-errores_200707210253.html

En mi opinión, el relevo de Piqué, inevitable, se produce tarde, muy tarde, cuando la situación ya empezaba a oler... y no bien, precisamente.

Me leeré con atención el blog que me acabas de indicar. No obstante, convendrás conmigo en que la figura de Sirera es, al menos de momento, absolutamente desconocida fuera de Cataluña. Al menos lo era para mí y para mucha otra gente con la que he hablado. Desde luego, su popularidad es muy inferior a la de Vidal Quadras, quien al menos fuera de Cataluña tiene una excelente imagen. No sé cómo la tiene en Cataluña entre los posibles votantes de la derecha españolista (allí este adjetivo sí tiene sentido). Entre los nacionalistas ya sabemos que no despierta ninguna simpatía, pero con sus votos no hay que contar, ni si se presenta él ni Piqué.

Un afectuoso saludo.

Oroel


Número de visitas