sábado, septiembre 22, 2007

¿Se puede decir más claro?

Quienes me leen desde hace tiempo me habrán leído estos mismos argumentos: el PSOE actual no es de izquierdas (quizás nunca lo ha sido), ni es posible sostener de forma racional el sistema de distribución de la financiación entre comunidades autónomas que se ha inventado Zapatero. Pero quizás yo no los sé exponer con tanta elocuencia.

No son de izquierdas


Pienso que hoy un obrero, un empleado, un funcionario, un ama de casa o un jubilado que vote a Zapatero porque es de los "suyos", sólo lo puede hacer desde la más absoluta ignorancia, porque ni lee ni se informa.

15 comentarios:

Anónimo dijo...

Completamente de acuerdo.

No son de izquierdas.
Son "progres", que no es lo mismo.

Cristóbal dijo...

Estimados Oroel, Alejandro y Andrés:
Cuando se afirma que el PSOE no es de izquierdas, supongo que lo que se está diciendo que este partido no se corresponde con la idea que tenemos de izquierda.
Desde mi punto de vista algo se define mas por su comportamiento en relación al entorno que por lo que sobre si mismo propaga. Así, mi idea de la izquierda está más próxima a sus hechos que a su propaganda. La ideología es para la izquierda una palanca para asumir el poder. Una vez en él se aplica en su proyecto: mantenerlo y extenderlo. No hay más.
No quisiera extenderme en una serie de hechos protagonizados por la izquierda sobre lo que REALMENTE han entendido por democracia, respeto a la libertad, progreso de los pueblos, solidaridad… Si examinamos nuestra historia, desde comienzos del siglo XX hasta aquí, la de los países donde se ha aplicado el socialismo real, los llamados procesos revolucionarios de otros… el desequilibrio entre sus hechos y su propaganda es brutal.
Aún más. La idea de que estos progres no son de izquierdas nos puede llevar a asumir la existencia de una izquierda falsaria y otra veraz: Que existe, o ha existido, una izquierda buena y otra mala. Creo que es un error. Error que nos llevará a repetir una y otra vez macabros episodios de la historia.
Un abrazo para todos.

Oroel dijo...

No sé si nos vamos a enzarzar en un penoso debate filosófico-político-ideológico que acabe convertido en una madeja de la que no sabremos –yo al menos no sabré- salir. Desde luego reservar a la izquierda –como ésta pretende para sí- el protagonismo de todos los avances sociales es una falacia. Históricamente, algunos de los avances sociales más genuinos, como la seguridad social, el seguro laboral de vejez o enfermedad han sido protagonizados por lideres políticos que nunca calificaríamos de izquierdas (Bismark en Alemania o Girón de Velasco en España).

Pero ya me habrás leído calificar al sistema socioeconómico imperante en Europa como socialdemócrata. Más o menos esas son las coordenadas en que nos movemos, creo. Por otra parte, yo nunca calificaría de izquierdas al régimen imperante en la extinta Unión Soviética o en China. Eso son dictaduras, y punto, que heredan la larga tradición totalitaria de los zares o la corte imperial.

Uno de los principios básicos de la izquierda, en el que recuerdo que hacía hincapié Anguita, es el de la justa remuneración de los medios de producción (es decir una justa distribución de la riqueza) Un enunciado sencillito, de muy difícil aplicación, y con el que resulta igualmente difícil no estar de acuerdo. Una de las consecuencias de ese principio es el de la “solidaridad interterritorial”, que está, creo, recogido en nuestra Constitución o, con otras palabras, “convergencia económica”, recogido éste en los Tratados europeos.

Verás que evito meterme en otras honduras. Simplemente pretendo analizar la congruencia de estos principios con el reparto que propone Zapatero, y mansamente acepta Solbes, de la inversión pública en España en estos Presupuestos que han sido presentados o están a punto de presentar. Nada que ver, efectivamente. El imbécil éste que nos malgobierna acaba de hacer saltar todos esos principios constitucionales, europeos y que se supone que forman parte del acervo ideológico de su partido. Pero, ¿hay algún principio que este elemento no haya quebrado?

Un fuerte abrazo.

Oroel

Anónimo dijo...

Gracias Oroel:

Me has ahorrado gran parte de la contestación.

Calificar una opción política como intrínsecamente "malvada" en sus principios me parece un gran error.

La izquierda como bien dice Oroel, se basa (o debería basarse) en la justa remuneración de los medios de producción y un mejor reparto de la riqueza, para ello defiende una mayor intervención del Estado en la Economía y es cierto que, en este camino, una mayor restricción de ciertas libertades económicas, mayores impuestos, etc...

Son principios con los que puedes estar de acuerdo o no. Pero asignarle a toda una ideología una maldad y falta de democracia intrínsecas, es un error. (Que por cierto cometen muchos del otro bando cuando hablan de los "fachas", no caigamos en los mismos lugares comunes. Seamos más tolerantes.)

Gracias

Cristóbal dijo...

Estimado amigo Oroel:

Efectivamente, el debate sobre lo que es la izquierda puede convertirse en un debate de dudoso final. Pero hay algunos extremos que precisan puntualizaciones:

Consideras “al sistema socioeconómico imperante en Europa como socialdemócrata”. Sin embargo, en la construcción de ese sistema han intervenido agentes tan curiosos como los cristianodemócratas italianos o alemanes o incluso los gaullistas franceses. En el caso español, en el estado del bienestar habría que incluir la extensión de la escolaridad a Franco y UCD, los convenios colectivos al sindicalismo vertical… por no nombrar la seguridad social, que tú ya mencionas.
Por lo tanto, la identificación del modelo europeo con la socialdemocracia es un tópico. Tópico que ha sido útil a la izquierda española en su propaganda. Esa propaganda fue muy importante en los años de la transición y primeros de los 80.

Pero hay más: curiosamente, la izquierda española hoy no se identifica con la socialdemocracia. Su modelo actual parece más cercano a Cuba, Venezuela,… por cierto sería aconsejable consultar la información que hay sobre el proyecto de constitución venezolana antes de que se nos ocurra llamarlo proyecto socialdemócrata.
Históricamente se identificó con el comunismo ruso -desde Largo Caballero hasta 1980, en el caso del PSOE, y hasta nuestros días en el del PCE- o incluso con el maoísmo-en el caso de la extrema izquierda-. Supongo que afirmar en 1979 que esos regímenes no eran de izquierdas se nos habría hecho muy difícil. Explicar hoy las dictaduras comunistas de Rusia y China se deben a las tradiciones seculares y no a la atracción de la izquierda por la dictadura del proletariado no me encaja. ¿Y cómo justificamos las dictaduras países de tradición democrática como Chequia, Polonia…? ¿Cómo es que los procesos izquierdistas,(Cuba, Angola, Vietnam…) terminaron en dictaduras o a tiros?
Por último identificas “uno de los principios básicos de la izquierda,…, es el de la justa remuneración de los medios de producción (es decir una justa distribución de la riqueza)” Ese es un principio básico; pero no caracteriza a la izquierda pues lo comparte la doctrina social de la Iglesia, es el principio del establecimiento del salario mínimo en la época de Franco, y lo suscribieron las ideologías fascistas, nacionalsocialistas y falangistas. En general todas aquellas ideologías que pretenden tutelar a los obreros tomaran esa coletilla.
Oroel, tu sabes a estas alturas que estamos de acuerdo en lo fundamental. No obstante regalar gratuitamente a la izquierda ciertos marchamos me parece no solo innecesario sino incluso peligroso.
Un fuerte abrazo

Cristóbal dijo...

Estimado amigo Alejandro:

Tienes razón “Calificar una opción política como intrínsecamente "malvada" en sus principios me parece un gran error.” Error que creo que yo no he cometido. Verás que en mi primera intervención yo hablo del error de distinguir entre una izquierda mala y otra buena. No se me ha ocurrido calificarla de ninguno de los dos modos. Las cosas son como son, su encasillamiento conceptual solo sirve para posteriores manipulaciones.

“La izquierda como bien dice Oroel, se basa (o debería basarse)…” Tienes razón, de hecho parece una verdad tautológica. Introduces una disyunción lógica que hace que tu frase sea difícilmente rebatible.
No obstante hay ciertos matices que me ahorraré exponerte, pues ya se los he hecho a Oroel y no merece la pena extenderse.
La tolerancia, amigo, es con las personas no con sus ideas y menos con sus hechos. Yo lo que pido es que se juzgue, no a todos y cada uno de los individuos que se dicen de sí mismos de izquierdas, sino a ese bloque ideológico llamado la izquierda por sus hechos: ETA, Gal, convolutos, justificación de la violencia, acoso del disidente…

Me pregunto si decir de alguien “no es de izquierdas sino “progre”” es un ejercicio de tolerancia. A mí me ha parecido entender cierto tono despectivo, del que conociéndote no serías capaz.
Me pregunto si endosarme las deducciones que realizas sobre mis palabras es otro ejercicio de tolerancia… como lo sería, si de tu último párrafo yo extrajera la consecuencia que, a estas alturas, pretendes defender el fascismo pues rechazas los ataques que la izquierda le hacen, por excesivos.

Dado que nos unen lazos entrañables, no deseo entrar en más polémicas pues, después de leerme, coincidirás conmigo que disparatar en estos debates es extraordinariamente fácil.
Recibe un afectuoso abrazo de Carlos56.

Oroel dijo...

Estimados Alejandro y Carlos56:

Permitidme que os conteste a la vez.

No se me ocurriría calificar a la izquierda de intrínsecamente malvada, porque no creo que lo sea. Otra cosa es que se haya tomado como excusa para derivar hacia dictaduras que se han caracterizado por ser de las más crueles y opresivas que el mundo ha conocido. Observad que todas ellas han derivado hacia situaciones de culto cuasi religioso al líder y creación de oligarquías corruptas y opulentas, incompatibles, creo, con el igualitarismo que dice predicar la izquierda. Al final, explotación del hombre por el hombre, de unos pocos oligarcas sobre una gran masa proletaria. Stalin, Mao, Castro, Pol Pot, Ceaucescu… Por no hablar de casos tan chuscos como el liderazgo comunista ¡hereditario! de Corea. Rusia y China tienen una milenaria tradición imperial, que han copiado sus regímenes comunistas, pero es obvio que no toda dictadura precisa de una tradición previa.

Es cierto que el sistema europeo es, con matices, una socialdemocracia. Y lo es precisamente porque se instala en una amplia zona de acuerdo con otras fuerzas políticas. Porque los gaullistas franceses, la democracia cristiana o el propio franquismo, todos, han llevado a cabo políticas sociales que no son sino una evolución lógica y civilizada del liberalismo clásico, que además son la prolongación de la tradición cristiana europea. Y si se ha conseguido una situación de civilizada y pacífica coexistencia en Europa es porque ha habido esa amplia zona de acuerdo, que hubiera sido imposible con las dictaduras que se decían comunistas. Zona de acuerdo que no fue posible, recordemos, en la II República española, donde las fuerzas de izquierdas eran claramente revolucionarias (o prerrevolucionarias).

Pero considerando respetables los planteamientos de izquierdas, cuando se formulan desde la dignidad, la coherencia o la sinceridad, debo aclarar que jamás se me ocurriría extender ese respeto a la izquierda española. Porque no creo que sea de izquierdas. Yo puedo debatir con alguien intelectual o conceptualmente honrado sobre la extensión y profundidad de determinadas políticas, sobre si van a ser más o menos eficaces para el fin propuesto, si serán viables, si incentivarán el esfuerzo o por el contrario conducirán a una cultura del subsidio, si son justas o sostenibles, si incrementan o disminuyen la competitividad… Pero me resulta imposible discutir eso con farsantes. No puedo, honradamente, considerar a Zapatero otra cosa que un señorito de León. O a Belloch como un arribista incorporado a la “beautiful people”, o a Marcelino como un simple caradura que se está forrando y que ha utilizado su posición política para colocar a toda la parentela. Conozco a muchos de izquierdas, cuya única etiqueta “izquierdista” es El País doblado debajo del brazo, que viven como burgueses, que lo son realmente, que han utilizado su militancia para medrar en la Administración y que como consecuencia de esa militancia han mejorado de estatus, han cambiado de casa y circulan al volante de un Audi. Sin haber hecho nada, aparte de su militancia. Y que por supuesto no se han rozado con un obrero ni posiblemente lo han visto ni de lejos.

Que esa gente además se permita llamarnos “fachas” o se crea investida de una legitimidad democrática que nos niega a los demás es lo que me hace tratarlos con un infinito desprecio… que nunca me he molestado en disimular.

Un abrazo a ambos.

Oroel

Anónimo dijo...

Oroel:

Nada que añadir, completamente de acuerdo.

Yo el último izquierdista al que consideré honrado y auténtico era Anguita (estando más o menos de acuerdo con sus ideas). Habrá más seguro, pero no he tenido el gusto.

winston dijo...

Muy estimulante y didáctico el debate aquí planteado. Yo, por mi parte, quisiera añadir alguna pincelada con algunas cosas que tengo muy claras. Una de ellas es que, coincidiendo con carlos56, creo que no debe juzgarse a las personas, sino a los hechos y a los dichos. Por eso, no dudo de que haya habido alguna persona que de buena fe se califique como socialista/comunista (aunque será de otro país, porque de los de aquí no se salva nadie de Pablo Iglesias para acá), pero después de lo sucedido el pasado siglo, de la terrible experiencia del socialismo real, de que Lenin estableciera su gran axioma para cimentar cualquier régimen de izquierdas ("la mentira como herramienta política"), después de eso y otras muchas cosas más, yo digo que dicha ideología, que ahoga al individuo y menoscaba la libertad, es intrínsecamente perversa y que su puesta en práctica siempre acarrea a partes iguales ruina y corrupción. No obstante, ante la presencia de un izquierdista o un progre (yo no distingo entre ambos), todo mi respeto y mi apoyo ante el largo, larguísimo camino que el pobre tiene que desandar.

Anónimo dijo...

Estimado Winston:

Entonces, según tú, al ser la izquierda una doctrina intrínsecamente malvada ¿Qué habría que hacer? ¿Abolirla? ¿Prohibir los partidos de izquierdas?

Podríamos hacer un partido único (por ejemplo el PP) que, dado que sus opositores son malvados y mentirosos, se perpetuara en el poder. Cualquier opinión en contra de su doctrina, por malvada y mentirosa y porque acarrea ruina y corrupción, se prohibiría.

El hecho de que varios millones de españoles, sin duda indocumentados, o débiles mentales (o peor aún malvados) crea en estas doctrinas perniciosas, es lo de menos.

Y luego os quejais de que os llamen fachas.

El ramalazo, ay, el ramalazo...

Winston dijo...

A D. Alejandro: Lamento decirle que no se entera de nada. Yo, como defensor a ultranza de la libertad individual, no prohíbo nada o casi nada ¿Ha leído Vd. en mi comentario alguna sugerencia sobre prohibir tal o cual cosa? Pregunta Vd. que qué hacer con tal ideología. Le respondo: NADA. Se lo repito: NADA. Quizá le sorprenda, pero la libertad es así, y si una mayoría decide seguir por la senda del socialismo ibérico, pues no quedará más remedio que aguantar con lo que haya o buscar otras latitudes más acogedoras. Por último, al final de su comentario viene Vd. a llamarme facha o al menos justifica que alguien pueda llamarme tal cosa. En mi anterior comentario explicaba que yo me limito a juzgar hechos y dichos y no a las personas, porque desde mi punto de vista el que lo hace es un necio, no le digo si además no se las conoce de nada como es el caso de Vd. con respecto a mi persona. Por todo ello, confío en que rectifique sus palabras.

Anónimo dijo...

Estimados todos:

El socialismo real ha resultado ser una doctrina perniciosa, si nos atenemos a los resultados 'reales' en los países donde han tenido la desgracia de experimentarlo, aunque hay quien dice, y no me parece del todo descabellado, que el miedo al socialismo real ha sido el que ha hecho avanzar socialmente a las sociedades occidentales, con lo cual ha tenido cierta utilidad. De todas formas la 'izquierda' española, al menos la parte de la izquierda encuadrada en el PSOE, no creo que se proponga seriamente alcanzar una sociedad socialista o 'poner los medios de producción en manos de los trabajadores' que es lo que decía hace unos años el carnet del psoe. Lo que estos tíos quieren es llegar al poder y jubilarse sin bajarse del coche oficial. Y para eso, no hay que engañarse, han demostrado bastante talento. ¿Qué la mayoría son unos incompetentes y, algunos, unos chorizos? Pues sí, pero ahí están y mientras tanto los estrategas del PP empeñados en cargarle el 11M al PSOE, cosa que, a la mayor parte de la gente, le parece una soberana estupidez. Y a mí, la verdad, también. Si Aznar y Acebes no se hubieran empeñado el 11 y el 12 en cargárselo a la ETA incluso cuando ya estaba claro que aquello era demasiado para unos pueblerinos desharrapados como ellos, aún estarían, en la Moncloa pero por lo visto no tuvimos bastante con aquella metedura de pata y hay que seguir dándole al bombo. Y mira que hay cosas con las que meterse... pero, por favor, si tenemos gente para 50 gobiernos ¿por qué no vamos sacando ya alguno y que se le vea? ¡qué cruz!

Anónimo dijo...

Estimado señor Winston:

No era mi intención ofenderle ni mucho menos llamarle facha, pero sigue no pareciéndome de personas abiertas, tolerantes ni democráticas negarle legitimidad y calificar de perniciosa toda una ideología por principio, no ya a un partido que puede haber hecho cosas concretas más o menos malas, sino a toda una filosofía y forma de entender la economía y la sociedad que cuenta con egregios representantes y muchos millones de personas que creen en ella.

Dice usted que juzga a los hechos y no a las personas. Pero si usted califica una doctrina en la que yo creo de intrínsecamente malvada: o me está usted llamando malvado o me está llamando imbécil. Puede elegir.

Me dice Vd. que no haría nada contra la izquierda porque cree en la libertad individual. Me parece bien, pero no suficiente. Yo no creo que el liberalimo sea la mejor opción económica. Creo de hecho que ha provocado muchos de los problemas que tiene el mundo actualmente, pero no por ello la condenaré como doctrina política de forma absoluta.

De hecho creo que si pudiéramos estar más abiertos a las propuestas del "otro bando" podríamos conseguir sistemas que cojan lo mejor de ambas ideologías como se da en muchos paises de Europa.

Negándole toda razón al vecino solo fomentamos la falta de diálogo y la incomprensión, como ha podido comprobar usted mismo en este blog.

Gracias y lamento haberle molestado

Winston dijo...

A D. Alejandro de nuevo: Acepto sus disculpas y confío en que la próxima vez reflexione antes de escribir según qué cosas. No obstante, creo que Vd. tiene una cierta confusión terminológica ¿He dicho yo acaso que el socialismo sea una opción política ilegítima? Mire D. Alejandro, yo creo que la tolerancia y la apertura de miras se manifiesta en el respeto a las opiniones de los demás en general y al suyo en particular. Más allá de eso, si Vd. piensa que el liberalismo es causa de grandes males o de todos los males que soporta la humanidad, dígalo e incluso si es posible, arguméntelo. A mí, a diferencia de Vd, me basta con eso. Por último, dice que si yo califico de perversa a una ideología en la que Vd. cree lo estoy llamando perverso o imbécil. Yo creo que hay más opciones, pero dejaré que sea el propio Oroel el que le conteste con un extracto del comentario que iniciaba esta discusión: "Pienso que hoy un obrero, un empleado, un funcionario, un ama de casa o un jubilado que vote a Zapatero porque es de los "suyos", sólo lo puede hacer desde la más absoluta ignorancia, porque ni lee ni se informa".

Anónimo dijo...

O sea que no soy perverso o imbécil sino solo ignorante que no lee ni se informa (este tío es increible).

Mire usted, señor Winston, en primer lugar esas palabras de las que usted se apropia tan alegremente no se me pueden aplicar ya que yo no he votado a ZP ni lo haré (como no cambie mucho)

En segundo lugar le agradecería que no utilice palabras de Oroel ya que, aunque no lo crea, hay un abismo entre él y usted.

El critica a un determinado político e incluso a un determinado partido que están en el poder por las actuaciones concretas que han tenido y están teniendo.

Usted critica y condena con las peores expresiones toda una ideología porque a lo largo de la historia ha sido utilizada por gente indeseable, así como en nombre de la derecha se han cometido muchos atropellos.

Oroel comprende que la izquierda como ideología es respetable y tiene sus aspectos positivos siempre que no se lleve al extremo, así como yo pienso que el liberalismo y la derecha son respetables siempre que no se lleven al extremo y también tienen aportaciones útiles y necesarias.

Yo no soy socialista ni en el sentido del militante del PSOE ni en el sentido de apoyar el socialismo "real". Creo simplemente en una mayor intervención del Estado en algunos aspectos de la economía. Esto es por supuesto discutible, pero en ningún caso creo que descalificable "a priori".

Pero es muy curioso que a la gente de derechas les moleste que los identifiquen con Franco, Pinochet o Hitler (y entiendo que les moleste) y en cambio, en cuanto uno dice que es de izquierdas le empiecen a nombrar a Corea, Stalin o Castro.

Efectivamente hay un abismo entre Oroel y usted aunque los dos sean de derechas.

Gracias


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