domingo, octubre 21, 2007

La soberbia.

Bien dice el refrán que Dios confunde a quien quiere perder.

El artículo que les ofrezco es ya viejo, tiene más de un año, pero tiene una tremenda vigencia. Léanlo, y después vean de nuevo, si les apetece, el reciente vídeo de Zapatero, el de la Zeta. ¿Se dan cuenta qué grado de hipocresía y fingimiento?

¿Dónde va Zapatero?

Observen las preguntas que se formula el autor, y que coinciden más o menos con las que yo mismo me hacía en los dos primeros años de legislatura, antes de concluir en el diagnóstico de extrema vileza de este presidente accidental. ¿Está aquejado, antes que ningún otro de sus predecesores del síndrome del poder, se ha vuelto loco o es que no sabe lo que es la izquierda? Coincido con el autor de este artículo: no sabe lo que es la izquierda; nunca lo ha sabido.

¿Es demócrata Zapatero? He aquí otro lúcido análisis de esta cuestión:

Gobierno Zapatero: demasiados rasgos totalitarios

O como decía aquel conocido de su familia, que prefería guardar el anonimato: “No sé por qué se le considera de izquierdas, si siempre ha sido un señorito de León”.

15 comentarios:

Cristóbal dijo...

Estimado Oroel.
He seguido tu blog durante estos días, si bien el trabajo no me ha permitido intervenir en él. Lamentablemente, esto va a ser normal. No obstante, cuando no hay puntos de diferencia, tampoco es necesario. En esta ocasión, quiero manifestar mi desacuerdo en un extremo en el que no es la primera vez que disentimos (ni será la última):

No entiendo la costumbre de comparar a este individuo con la teoría de lo que es la izquierda. Este presidente ES DE IZQUIERDAS. Vamos a ver si lo entendemos: La izquierda es eso. La democracia para la izquierda es uno de los medios para acceder al poder. La igualdad, la libertad la fraternidad son en primer lugar un lema para movilizar la opinión y después un objetivo a largo plazo siempre supeditado a que las “fuerzas progresistas” mantengan el poder…
La izquierda es eso. Es el hambre en Rusia, mientras la dirección del partido recibía los menús en vuelo desde Paris. La persecución en China de las costumbres tradicionales por contrarrevolucionarias, mientras Mao vivía como un Mandarín… La muerta en Camboya de los que sabían leer y escribir (Pol Pot) por estar intoxicados por occidente, mientras sus líderes habían estudiado en París… Es vender la igualdad de la mujer cuándo durante la II República se opusieron al voto femenino (y ahí están los diarios de las Cortes)

Son casos extremos de contradicción no aplicables, por el momento, a Zapatero… Pero si esos son los casos extremos ¿cómo es que nos extrañamos de los menores?
Entiendo la necesidad de denunciar las contradicciones; pero también entiendo que no es bueno regalar gratuitamente lugares de sombra a quienes, bajo ningún concepto, lo van a hacer con los demás.
Un abrazo, Carlos56.

Anónimo dijo...

Pues yo conozco a gente de izquierdas honradas y sensatas totalmente demócratas que simplemente creen que el Estado debe tener una significativa intervención en la economía para corregir los desajustes que se producen en una situación de libre mercado total, y que también debe intervenir para proteger a colectivos que el libre mercado se deja "en la cuneta".

Y estos desajustes existen, es un hecho, no una opinión. (Hasta un país ultraliberal como EEUU tiene medidas intervencionistas para proteger la libre competencia de ella misma, y si no que le pregunten a Bill Gates) Otra cosa es discutir si merece la pena corregirlos o se asumen como un daño "colateral" del sistema y hasta que punto debe llegar la intervención del Estado. En eso se diferencian la derecha de la izquierda "modernas".

Lo que tu haces es totalmente equivalente a comparar derecha automáticamente con franquismo o nacional catolicismo, o al liberalismo con niños trabajando en las minas como en la Revolución Industrial.

Si se admite (y yo lo admito) que la derecha ha evolucionado desde aquellas posturas. ¿Por qué no admitir que la izquierda (o al menos cierta izquierda europea y moderada) ha podido evolucionar?


Aparte que quitarle legitimidad a una de las dos ideologías más representativas e imperantes del espectro político es el principio de un camino que lleva a una dictadura que nos salve del "peligro rojo". Yo como demócrata no quiero eso. El que lo quiera que alce el dedo y luego que no se queje si le dicen facha o le mientan a Franco.

Gracias

Oroel dijo...

Querido Carlos56:

No soy yo quien deba hacer una defensa de la izquierda, yo que descreo de ella en tantas cosas. Pero no, esos ejemplos que das no son la izquierda. Eso son dictaduras. Y el apelativo de izquierdas no es más que la excusa o la coartada con que se justifican. Uno de los libros más clarividentes de la Historia es la Rebelión en la granja, de Orwell. Y refleja como ningún otro una dictadura de izquierdas, donde lo fundamental es la dictadura y lo accidental es la izquierda.

No soy de izquierdas, como sabes. Nada más lejos. Abomino de las teorías y doctrinas igualitaristas, y me gusta la precisión del artículo primero de la Declaración de los Derechos del Hombre: “Todos los hombres nacen libres e iguales en dignidad y derechos”. Nacen. Lo que hagan después es cosa suya, y ellos son responsables de su vida. Debieran serlo. Me gustaría un mundo donde todos los hombres fueran tan libres que pudiera ser cierto que son efectivamente responsables de sus vidas. Es por eso que creo en la Libertad como bien supremo, y es por eso que sé que no hay Libertad sin Responsabilidad. Algo que la izquierda nunca ha sabido, y mucho menos la pseudoprogresía (cuyo paradigma es la hispana -española en Europa y latinoamericana al otro lado del Atlántico-). Y que Zapatero, en su inanidad intelectual, jamás ha llegado ni a plantearse.

Pero suponer que este señorito de León que nos gobierna es de izquierdas, después de ver la política que realiza, es incurrir en un error. Eso no es la izquierda: eso es oportunismo, eso es demagogia, eso es frivolidad, eso es vileza. Pero para que todo ello tenga éxito, el disfraz de izquierdista es muy útil. Es la forma en que podemos engañar, se dicen, a la clase trabajadora, que nos interesa que sea lo más inculta posible -¡ah, la LOGSE, que gran instrumento!-, a los jubilados, a los jóvenes educados en la irresponsabilidad. Ya me habrás leído decir que lo único que puede justificar que algún obrero, algún empleado, alguna ama de casa o algún jubilado les vote pensando que son de los suyos es su ignorancia y su falta de información.

Que Zapatero no es de izquierdas, como no lo han sido los miembros de la Nomenclatura de ningún país comunista del mundo -socialismo real, le dicen-, lo demuestran los Presupuestos más insolidarios de la democracia, las diferencias y privilegios estatutarios que él ha auspiciado, el descenso en el poder adquisitivo de los salarios y la ampliación de la grieta social en España, las diferencias crecientes entre ricos y pobres, la existencia en nuestro país de más de diez millones de submileuristas...

Quienes creemos en la Libertad por encima de cualquier otra cosa tenemos claro que Zapatero es nuestro enemigo. No empleo, conscientemente, la palabra “rival”, sino “enemigo”. Pero quienes creen en la Igualdad deberían percatarse de que Zapatero tampoco es de los suyos. Ese papel de denuncia lo podemos hacer nosotros, cualquiera que tenga un mínimo de discernimiento, pero la labor de convicción le corresponde a gente como Rosa Díez. Y así, quizás entre unos y otros podamos conseguir que Zapatero se vaya por el sumidero de la Historia, sin arrastrarnos al resto. Y con él los rubalcabas, blancos y demás.


Un placer tu presencia en este blog, lo sabes.

Oroel

Cristóbal dijo...

Estimado Oroel:
Totalmente de acuerdo en que es necesario poner de manifiesto la contradicción entre el mensaje igualitario de la izquierda y la realidad de este gobierno y su presidente por accidente. Tan contradictorio como el pregonar el diálogo como solución de conflictos dejando claro previamente cuál tiene que ser el resultado de dicho diálogo… y el que no se avenga a razones es un retrogrado, reaccionario… escrito con r.
Pero estando de acuerdo en todo… ¿Por qué consideras que existe una “izquierda buena”? Es para mí un misterio. Parece que la negación de la “izquierda buena” lleva necesariamente a la izquierda mala o tonta… esto es un reduccionismo simplista en el que afortunadamente tú no has caído.
El error de concepto no es necesariamente signo de maldad o estupidez. Existen condicionamientos, como lo es la identificación apriorística del “lado bueno y el lado oscuro de la fuerza” que funcionan incluso en mentes que, en su ámbito laboral, son muy preclaras.

Dos mujeres vendiendo sus escasas mercancías sobre una manta en la Plaza Roja, Moscú. La una le dice a la otra “el verdadero comunismo no lo hemos conocido todavía, pero sí hemos conocido muy pronto la verdad del capitalismo”. Es un chiste (?) que supongo que habrás visto en estos días… A la pregunta ¿Cómo es posible que toda la ideología fascista haya quedado proscrita a partir de sus hechos y la izquierdista esté incólume con hechos tan o más abyectos? tengo claro que la respuesta es que el fascismo perdió el control de la propaganda y la izquierda no lo ha hecho. Les es suficiente afirmar “No, esos errores no son nuestros sino de unos falsarios” (… vamos, del PP) para que los demás les concedamos un nuevo voto de confianza…

...pero, de acuerdo, si para continuar con la partida tengo que admitir “existe una izquierda buena”, lo haré en concepto de animal de compañía… ¡pero que nadie le quite el bozal!
Un fuerte abrazo. Carlos56.

Anónimo dijo...

Si se me permite intervenir me gustaría contestar a esta frase:

"¿Cómo es posible que toda la ideología fascista haya quedado proscrita a partir de sus hechos y la izquierdista esté incólume con hechos tan o más abyectos?"

La respuesta es tan evidente que no creo que al amigo Carlos56 que sin duda es inteligente, no se le haya ocurrido. Pero esto me lleva a pensar en cierta malicia de la que no lo creo capaz.

Pues muy sencillo, amigo Carlos56: porque TODOS los que se han etiquetado como fascistas han tenido como base de su ideología la asunción del poder por la fuerza y la destrucción de sus rivales por la fuerza, mientras que (aunque como bien dices con tada la razón del mundo, muchos regímenes izquierdistas han caido en lo mismo) hay muchos partidos y personas que se consideran de izquierdas y que, aunque tú no lo quieras creer, tienen solidos principios democráticos y respetan a sus rivales políticos. Conozco izquierdistas demócratas, NO CONOZCO fascistas demócratas.

Y sigo sin entender porqué cuando hablamos de la derecha, tenemos que hablar de una derecha civilizada, demócrata y abierta y cuando hablamos de la izquierda tenemos que hablar de Stalin y de otra gentuza cuando en los últimos años tenemos cientos de ejemplos en Europa de políticos de izquierdas que han respetado totalmente las reglas del juego y se han ido de sus cargos cuando las urnas (su pueblo) se lo mandaron, cosa que no hizo gente como Franco que estuvo 40 años gobernando por sus santos huevos.

Hay una diferencia, una gran gran diferencia

Ah,y Oroel muchas gracias por lo de

"una postura sin duda pragmática y posiblemente inteligente".

Sobre todo por lo de "posiblemente".

Oroel dijo...

Estimado Carlos56:

Muy bueno lo del bozal. Me he reído con ganas.

Tú sabes perfectamente que en los orígenes del capitalismo tal como hoy lo conocemos, es decir cuando la Revolución industrial, el liberalismo extremo que se aplicaba entonces produjo un grado inmenso de injusticia, opresión y sufrimiento a la clase trabajadora. Curiosamente, en aquel siglo el producto interior de Gran Bretaña y la renta per cápita de su población se incrementaron como nunca antes había ocurrido en toda la Historia, no sé si del orden del triple. Y todo ello en un siglo. Pero, insisto, a costa de desigualdades e injusticias. Algo en cierto modo parecido a lo que está pasando en China en la actualidad.

No sabría decir si fueron las fuerzas de izquierdas, pero entre el sindicalismo incipiente, la beneficencia y los impulsos altruistas de muchos políticos de la época se consiguieron avances sociales, reducciones de jornada, mejora de las condiciones laborales, incrementos salariales… Nadie desearía a estas alturas, ni tú ni yo por supuesto, volver a las condiciones de aquel liberalismo. Preferimos éste, creo, más matizado. Aunque sería injusto atribuir todos los avances sociales a la izquierda, puesto que muchos políticos de derechas (desde Bismark en Alemania a Girón de Velasco en España) han impulsado políticas sociales a las que nadie quiere renunciar, tampoco hay que negar que algún papel tuviera en ello.

Y respecto a lo de la izquierda buena o mala, no creo que podamos meter en el mismo saco, por ejemplo, a los líderes de la socialdemocracia europea con los dictadores comunistas. Es tanto como pensar que un Tony Blair sin el control parlamentario y sin una sociedad celosa de sus prerrogativas y vigilante, acabaría convertido en un Castro o un Chávez. Y, hombre, no lo creo. Estos son tiranuelos, no demócratas, y aquél es intachablemente demócrata, espero.

Lo curioso es que este cretino que nos gobierna sea más amigo de Castro y Chávez que de los socialdemócratas europeos. Pero es que éste sí está demostrando que sin control -y trata por todos los medios de sacudírselo- sí sería capaz de acabar convertido en un tiranuelo demagogo y populista. A éste sí hay que mantenerle con el bozal y, en cuanto se pueda, librarnos de él.

Un fuerte abrazo.

Oroel

Oroel dijo...

Estimado y sagaz Alejandro:

No tengo nada que añadir a tu exposición, que comparto, salvo una pequeña precisión. Como bien sabes, estos pseudoprogres, que me cuesta considerar de izquierdas, suelen descalificar a quienes nos definimos de derechas con la etiqueta de “facha”, que al menos en su origen significaba fascista. La ligereza y el uso excesivo han desvirtuado el término, que ya no se sabe muy bien qué significa. A estas alturas, salvo el evidente matiz despectivo que contiene, no significa otra cosa que “de derechas”. Yo no le doy más importancia a quien emplea este término contra mí, aunque no dejo de reconocer en él la descalificación que pretende dirigirme y que nunca dejo de tener en cuenta.

Yo en cambio trato de distinguir entre el “progre” y el que es sinceramente de izquierdas. De la “buena” izquierda, según la terminología de Carlos56. Como trato de diferenciar a estos últimos de los dictadores comunistas y/o populistas.

Así pues, quiero suponer que aunque no conozcas ningún fascista demócrata, sí que conoces a alguien de derechas demócrata. Churchill lo era.

Y respecto a ese “posiblemente” que mencionas, ¿podrás creerme si te digo que cuando lo he escrito tenía una sonrisa maliciosa en el rostro, sabiendo que no te pasaría desapercibido? He soltado una carcajada al ver que lo has captado.

Un fuerte abrazo y no me lo tengas en cuenta. Era una broma.

Oroel

Oroel dijo...

Por cierto, Carlos56:

¿Has visto el vídeo de la diputada Isabel Teruel que he puesto unos artículos más abajo? ¿Qué te ha parecido? ¿Has visto lo que tenemos por aquí? Pues fíjate qué opsición está haciendo el PP aragonés que se les están escapando crudos. ¡Qué pena!

Anónimo dijo...

Por supuesto que conozco gente de derechas demócrata (incluso hay alguno en mi familia, que le vamos a hacer).

Lo que ocurre es que la comparación de Carlos56 era entre el fascismo y la izquierda, cuando supongo que la comparación correcta sería entre el fascismo y el comunismo no democrático como se ha dado (o aún se da) en los países del este, china y Cuba.

De todas formas tampoco creo que sea muy acertado etiquetar el fascismo como una rama de la derecha por lo menos tal como yo entiendo a la derecha actualmente, es decir: liberal.

De hecho si escuchas ciertos discursos de la falange, son bastante "socialistas".

Y es que es cierto, y en esto, Carlos56, tienes toda la razón, que la izquierda (aunque los "progres" lo nieguen o ignoren) tiende a restringir ciertas libertades en aras de valores que consideran superiores(todo Estado moderno lo hace).

Esto llevado al extremo lleva efectivamente a Estados totalitarios y axfisiantes muy cercanos a los fascistas. La cuestión está en conservar una saludable moderación tanto en la izquierda como en la derecha que lleve a un Estado con un libre mercado razonablemente controlado por los poderes públicos y con un razonable nivel de servicios públicos y de redistribución de la riqueza.

En donde está el punto "razonable" debería estar el debate.

Gracias

winston dijo...

Es ésta una vieja polémica recurrente, pero interesante ¿Hay izquierda buena? Sin duda, me alineo con Carlos56. En otro momento he definido a la izquierda como una ideología basada en tres pilares: la mentira, la corrupción y, como consecuencia, la ruina. Quizás esté muy condicionado por la izquierda paisana (a todas luces impresentable y sin paragón en ningún otro país de nuestro entorno, que, por otro lado y en unos sitios más y en otros menos, ninguno se libra de la rémora), quizá sea que mi conocimiento es escaso, pero tal como yo lo veo la izquierda "buena" sólo se vislumbra, como diría Fraga, cuando rectifica, es decir, cuando se aproxima a los postulados liberales.
En todo caso, yo creo que en esta pendiente por la que estamos siendo arrastrados, por la cuenta que nos trae, más nos valía apuntar directamente al PSOE y no a ZP como el gran culpable de la crisis porque de otro modo el espíritu de secta (secta peligrosa y autodestructiva, añadiría) que tan plácidamente anida en el progresismo hispano, hará imposible que remontemos el vuelo.

Oroel dijo...

Apreciado Winston:

Me alegro de contar con su presencia. Efectivamente, yo creo que nuestras discrepancias, las que mantengo con Carlos56 y con usted, sobre este tema, provienen del modelo elegido para enjuiciar la izquierda. Y es que yo creo que la nuestra, la izquierda española, no es representativa de la izquierda europea. No lo fue durante la República (basta con leer las incendiarias proclamas de Largo Caballero, recordar la rebelión del 34 o el talante liberticida y claramente revolucionario que exhibió durante aquel desdichado periodo) ni lo es ahora, donde oscila entre esa pseudoprogresía bajo la que se camufla una panda de trincones desvergonzados o esa nostalgia republicana de lo que, en su infinita ignorancia, creen que fue, y no fue.

Fíjese Winston si será insólita y peculiar nuestra izquierda que no tiene empacho en aliarse con partidos que tendrían muy poco que envidiar a la formación de Le Pen o con otros abiertamente antiespañoles, con tal de combatir al PP y mantenerse en el poder. Pienso que en ese aspecto, la izquierda europea es mucho más lúcida, honrada y coherente. La de aquí, la izquierda española es una auténtica calamidad, con la que no caben civilizados debates ideológicos o programáticos, sino ante la que hay que defender a brazo partido, con auténtica energía, nuestros propios principios. Porque en Europa la izquierda y la derecha comparten unos principios ideológicos, nacionales y democráticos básicos. Aquí no.

Lo decía estos días María San Gil: en Francia podría haber ganado Ségolène Royal y con todos los cambios imaginables en el fondo y en la forma de gobernar, la Francia que conocemos se hubiera mantenido como es y como la conocemos. Con distintas medidas legislativas, con distintas iniciativas y otras prioridades, pero Francia al cabo, sin discusión. Aquí no, aquí si gobierna la izquierda, ésta de Zeta (la hormiga, no el Zorro), hasta la propia idea de nación y la propia existencia de España están en peligro.

Comparto con ustedes una profunda animadversión hacia la izquierda española, animadversión en la que intervienen en grado no menor el desprecio y la repugnancia. Los conozco de cerca, los veo gobernar -aunque sería más preciso decir que los veo maniobrar-, sé de su hipocresía, de su falta de escrúpulos y de honradez como para sentir por ellos algo distinto del desprecio. Sé que para muchos de ellos el mejor destino no sería la oposición, sino la cárcel.

Pero trato de hacer un esfuerzo intelectual para analizar desde un punto de vista exclusivamente académico esas diferencias ideológicas, en un plano teórico, sabiendo que hay partidos que en Europa se ajustan, más o menos, a esos patrones. Y sabiendo que no es el caso español. Aquí, como digo, lamentablemente no hay que debatir sobre ideología sino sobre principios. Porque este idiota que nos gobierna se permite hasta ponerlos en cuestión. Esa maldición española de la que hablaba Aznar el otro día es nuestra izquierda iluminada, irresponsable y oportunista hasta la náusea. Sin ella, o con una izquierda leal y democrática al modo europeo, incluso los nacionalismos haría tiempo que hubieran sido desactivados.

Un cordial saludo.

Oroel

Cristóbal dijo...

En relación a Isabel Teruel.
Al no estar en Aragón ignoro si esta portavoz se le ha escapado viva al PP. Yo en cualquier caso la dejaría ir, no creo que darle de bofetas a un ser inocente y aturdido, que apenas puede pronunciar la palabra ciudadanía sin atragantarse, les pueda dar muchos votos. Esperemos que siga progresando, pues en la España de la Z, de zarapastrero, esta chica promete llegar al consejo de ministros, otros con sus mismos méritos ya están en él.
En cualquier caso, en el debate de izquierdas malas, tontas o buenas esta persona no caería en el grupo de los malos,… y por lo menos no existe una foto suya votando con las dos manos y un pie en los escaños de sus compañeros ausentes. De este modo el Sr. Zarrias se promocionó a vice-jefecillo-de-la-junta, lo mismo que otros lo hicieron con la ayuda un típex…

En relación a la izquierda francesa:
Simpático el comportamiento de la izquierda francesa en los años 30 y siguientes. Por ejemplo, durante el periodo del pacto de Hitler con Stalin, que dio lugar al reparto de Polonia y la entrada en Guerra de Francia contra Alemania, el PCF y sus sindicatos boicotearon la industria de guerra francesa… como veinte años después lo hicieron con el esfuerzo bélico en Indochina o en Argelia… ¿Seguimos buscando muestras de patriotismo…? ¿O los preferimos de civilidad? … ¿Cómo es que los líderes ideológicos y militares de Sendero Luminoso han salido de la Sorbona?
Me equivoqué al reabrir el debate… Está claro que la diferencia de percepción puede afectar a la visceralidad y, a fin de cuentas, yo estoy dispuesto a admitir que algún conocido de Alejandro sea inteligente, benévolo y se considere así mismo de izquierda. Soy persona acostumbrada admitir hipótesis de trabajo más raras. Pero que quede claro, admitir una hipótesis para seguir una deducción no es compartir un axioma.
Un abrazo. Carlos56.

Oroel dijo...

A Carlos56:

Touché. Sendero Luminoso, La Sorbona, la guerra de Argelia... Voy a tener que acabar dándote la razón, como casi siempre. Y bien que me fastidia...

Un fuerte abrazo.

Oroel

Anónimo dijo...

Esto ya empieza a ser absurdo. ¿De verdad creeis que si nos ponemos a escarbar en la historia no encontramos ejemplos tan lamentables o más que los que nombras atribuibles a la derecha?

Creo que este debate de tirarse mierda a la cara e ir rebañando la historia a ver que basurilla (o basuraza en este caso)podemos arrojarnos es estéril y no lleva a ninguna parte, pero si os apetece me meto.

Y que conste que como soy buena persona voy a no considerar el fascismo como derecha (elegancia que muchos, salvo Oroel, no tienen al equiparar a dictaduras ridículas como la coreana con la izquierda moderada).

Me puedo referir tan sólo a la derecha en su sentido más moderno y moderado, el liberalismo.

Espero que me ahorréis empezar con la retahila de crímenes, guerras injustas, golpes de estado y grupos terroristas apoyados y financiados, regímenes dictatoriales y medievales armados, financiados y protegidos, naciones esquilmadas por multinacionales...

De verdad, no me apetece nada y además seguro que sabéis más historia que yo.

No niego las acusaciones contra la izquierda, se han hecho muchas barbaridades en nombre de esa ideología, como de todas (algunos de los episodios más atroces de la historia se han realizado en nombre de una doctrina tan "buenista" como el cristianismo, y a mi no se me ocurriría decir que las bases ideológicas del cristianismo son la tortura, la intolerancia y la quema de herejes -o la pederastia, si me pongo en plan cabrón-)

Para concluir, si nos ponemos a sacar vergüenzas nos ponemos pero creo que hay una derecha, y una izquierda civilizadas y modernas que han podido superar episodios, ideas y personajes muy negros y estar de acuerdo en muchos puntos fundamentales aunque difieran en la intensidad con que el Estado debe intervenir en la economía. El negar esto(por cualquiera de los dos bandos, porque muchos de izquierdas hacen lo mismo que vosotros pero al revés) me parece poco demócrata, peligroso y que no lleva a ninguna parte salvo, en último término, a aniquilar a un contrario con el que no se puede ni se debe dialogar porque es maligno "per se"

Y que conste que no hablo de la izquierda española porque, como Oroel creo que muchos de sus representantes y afiliados no saben lo que es la izquierda, ni la seriedad ni la más mínima argumentación lógica.

Gracias y perdón por la vehemencia.

Oroel dijo...

Vamos a dejarlo ya, porque creo que ya está todo dicho.

Entro a menudo en otros blogs y aunque veo con envidia que tienen una mayor participación de contertulios, muchas de sus participaciones no son más que comentarios insustanciales y a veces insultantes. Nada que ver con el nivel de vuestras intervenciones.

Gracias Carlos56, Winston y Alejandro. Vuestra presencia y participación otorga un punto de calidad a mi blog.

Un saludo.

Oroel


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