El culebrón de los bienes eclesiásticos

Lo que nos faltaba por ver en esta tierra de María Santísima (la del Pilar): el PAR sacando la cara por la Generalitat en las Cortes de Aragón e impidiendo que prospere una moción reprobando su actuación en el penoso asunto de los bienes eclesiásticos. ¡A lo que pueden llegar Biel y la panda que le rodea con tal de mantenerse en el poder!

Los bienes eclesiásticos aragoneses, una parte de ellos, han ido a parar, como se temía, al Museo Diocesano y Comarcal de Lérida. Era un traslado anunciado. Como estaba anunciado que Marcelino Iglesias no haría nada aunque se consumase el desmán.

Los bienes del Aragón oriental

Ayer se presentó una moción del Partido Popular en las Cortes de Aragón, criticando la actuación de la Generalitat en todo este penoso asunto; moción que fue rechazada con los votos en contra del PSOE y del PAR.

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Perdónenme el descreimiento (ya me conocen), pero estoy convencido que el plante de Almunia no es más que un gesto de cara a la galería. Puro teatro. Y si no, vean:

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Quizás las vinculaciones afectivas de Marcelino Iglesias con Cataluña sirvan para entender esos extraños compromisos que parece que le aten más que los que por su condición de presidente debiera con Aragón.

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Pero, de la misma forma en que la reacción de Marcelino (o su falta de ella) era perfectamente previsible a tenor de su trayectoria, el papelón del PAR me ha pillado por sorpresa. Lo que no es sino una muestra de ingenuidad por mi parte, como si a estas alturas se pudiera ignorar todo lo que este partido está dispuesto a sacrificar por la poltrona: a Aragón, propiamente.