domingo, septiembre 18, 2011

Obscenidad


Hay en la historia reciente de España tres personajes obscenos, sin cuyo protagonismo no se entendería el deterioro moral y político experimentado por nuestro país en estas dos últimas legislaturas; tres personajes que han vendido su conciencia y su alma a los superiores designios del PSOE y gracias especialmente a los cuales, entre otros, este partido ha gobernado durante los últimos ocho años.

Me refiero a Iñaki Gabilondo, Baltasar Garzón y Javier Gómez Bermúdez. De los tres, sólo el último mantiene su capacidad de influencia y sólo el último, creo, la sigue empleando activamente al servicio de la causa (¡vaya mierda de causa, por cierto!), traicionando todavía los principios a los que supuestamente debería servir. 

He escrito mucho sobre Gómez Bermúdez, espantado de la impunidad y poder que puede seguir manteniendo un personaje, que a estas alturas ya no debería tener ninguno. Y que los mantiene a pesar de haber perdido todo su prestigio profesional y social. 


Todo lo que sé y he contado en este blog de las palabras de Gómez Bermúdez a Inma Castilla de Cortázar adquiere más sentido aún, si cabe, leyendo la carta de Pedro J. Ramírez  en El Mundo de hoy: 


Porque entre todas las afirmaciones que hoy hace en su artículo, hay una particularmente grave: … [he] llegado al convencimiento de que ese hombre Jamal Zougam] […] que lleva ya siete años y medio en prisión sometido a un implacable régimen de 22 horas de confinamiento solitario al día -quizá para que se suicide o se vuelva loco- es totalmente inocente y fue elegido como víctima propiciatoria por la trama policial que manipuló la investigación”. 

“Es tremendo que un montaje policial basado en falsedades relativamente fáciles de desmontar pasara primero el filtro de la instrucción judicial y luego el de la vista oral. Si la patente incompetencia de Juan del Olmo explica lo primero, la conducta del inteligente Javier Gómez Bermúdez requería de otra explicación y no bastaba barruntarla”. 

Observen que las palabras de Gómez Bermúdez a Inma Castilla de Cortázar (…la verdad del 11-M es tan terrible que España no está preparada para conocerla) indican que efectivamente es verdad lo que dice Pedro J. Ramírez, que hay otra explicación, aunque Gómez Bermúdez no dice cuál. 

¿Son una explicación suficiente las condecoraciones y pensiones anejas a las mismas con que le ha gratificado Rubalcaba? 

Si así fuera, ¡qué baratas son la conciencia y dignidad de este personaje!  
.

No hay comentarios:


Número de visitas