Este documental ha ganado el premio de la sección de documentales del modesto Festival de Cine de Zaragoza.
Creo que es muy conveniente verlo, al menos para saber que no todo el mundo es como el entorno que conocemos o como lo que vemos en las películas de televisión.
Alfonso Moral, uno de sus autores, escribe lo siguiente: “Una reflexión sobre la modernidad y el desarrollo global. El hombre como máquina. El empleo de la fuerza física humana para desempeñar trabajos en pleno siglo XXI. El documental se desarrolla en Dhaka, la capital de Bangladesh, donde los “hombres máquina” realizan diferentes trabajos físicos, una masa de millones de personas que se transforman en el motor que mueve la ciudad.”
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Creo que es muy conveniente verlo, al menos para saber que no todo el mundo es como el entorno que conocemos o como lo que vemos en las películas de televisión.
Alfonso Moral, uno de sus autores, escribe lo siguiente: “Una reflexión sobre la modernidad y el desarrollo global. El hombre como máquina. El empleo de la fuerza física humana para desempeñar trabajos en pleno siglo XXI. El documental se desarrolla en Dhaka, la capital de Bangladesh, donde los “hombres máquina” realizan diferentes trabajos físicos, una masa de millones de personas que se transforman en el motor que mueve la ciudad.”
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En este comienzo del declive occidental, ¿es esto a lo que nos dirigimos? Estremece pensarlo.
De momento todo el mundo anticipa que la siguiente generación no vivirá como lo ha hecho la nuestra.
2 comentarios:
Un fogonazo más. Como los demás, acaricia nuestro cerebro. Rápidamente, sabemos -estamos acostumbrados- como almacenarlo muy al fondo. Asi es nuestro modus vivendi, aqui.
Harán falta más fogonazos, pero éste no acaricia, creo, nuestro cerebro. No el mio. Éste hiere nuestra conciencia y, espero, nuestra inteligencia. Puede ser lo que nos espere, o les espere a las siguientes generaciones si no reaccionamos.
Harán falta, insisto, más fogonazos.
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